Calzados Marypaz, discriminación hacia la mujer

Hoy mi entrada no va de arte. Hoy mi entrada se la dedicaré a esta empresa de nuestro país que tanto a crecido estos últimos años y que se dedican a explotar a chicas, tratarlas como si fueran ganado, y sobre todo, a engañar a sus clientes.

Se de muy buena tinta lo que hablo porque he estado trabajando para ellos casi un año. Entré a trabajar a una tienda de nueva apertura, en el centro comercial Ànec Blau de Castelldefels, y tras casi un mes de formación, me hicieron encargada de turno. Eso si, solo de palabra, porque en mi contrato ponía "ayudante de dependienta" como el resto de mis compañeras, y la diferencia de sueldo nos la pagaron dos meses después y en negro. 

Nada mas entrar, nos asignaron a dos como encargadas de turno, y nos tuvieron dos meses sin cobrar como tal, porque aunque íbamos al banco a hacer ingresos de dinero, y hacíamos inventarios y demás, según el departamento de RRHH de la empresa no hacíamos el trabajo como era debido, por lo que no se nos pagaba como tal. Eso sí, debíamos seguir haciéndolo, sino perdíamos el puesto.

Después de esto, tanto la otra encargada de turno como yo ya nos planteábamos ir buscando otro empleo, aunque como está el tema del trabajo hoy en día, no tuvimos demasiada suerte.

A los pocos meses de estar trabajando, de superar todos nuestros objetivos de ventas, y de esforzarnos en terminar de unificar el equipo de trabajo en tienda, tuve la mala suerte de quedarme embarazada. Ya se sabe, que mujer que se embaraza con contrato temporal va directa a su casita, no soy ingenua. Pero las jefas de entonces, tanto la subencargada de zona, como la encargada de la zona de Cataluña (curiosamente embarazada también, pero con la suerte de tener un contrato fijo) me prometieron devolverme a mi puesto de trabajo una vez hubiera cumplido con mis semanas de maternidad. Así que me cogí el paro, y me fui a casa a esperar a mi bebé.

Tres meses mas tarde nace mi hijo, Erik, de 8 meses. Así que mi maternidad termina un mes antes de lo que esperan. Durante esos tres meses, curiosamente la subencargada de zona decide volver a ser una simple dependienta y volver a tienda. Eso ya me dio que pensar, algo extraño había. Y la encargada de zona aún estaba de baja por maternidad. Así que un día me llama la "señorita" Estefanía Gil, (y entrecomillo la palabra señorita porque no se merece ese calificativo) diciendo que es la nueva subencargada de zona, que una de mis compañeras de la tienda había cogido la baja y que si quiero conservar mi puesto debo volver ya.

Aunque mi hijo tenia en ese entonces un mes y medio de nacido, sopeso la situación. Aunque le comento que tengo mis semanas de maternidad, y que estoy cobrando de la seguridad social, me presiona para que vuelva, si es que quiero mantener mi puesto de trabajo.

Después de comentarlo con mi familia, teniendo el paro casi agotado por el tiempo del embarazo, y mi marido teniendo un trabajo en el que cobra poquito, decido volver. Comuniqué mi situación de estar cobrando maternidad, a lo que ella me contesta que eso es como el paro, y que en cuanto ellos me den de alta, la seguridad social me dará de baja de la prestación por maternidad. Y yo me lo creí.

Vuelvo a la tienda de un día para otro, quitándole el pecho a mi hijo y pasando a biberón. En la tienda me encuentro un ambiente crispado, el equipo esta totalmente dividido. Había entrado una chica nueva y se había dedicado a malmeter entre todas, y con el consentimiento tanto de la encargada de turno, que le seguía el rollo, como de la subencargada de zona, que se venia a comer Mcdonals tiradas con cartones en el almacén de la tienda, como para irse de fiesta con ellas dos. Eso les daba total impunidad sobre sus compañeras.

Después de aguantar todo tipo de comentarios, a la semana de volver a trabajar, ¡sorpresa! la chica que estaba de baja dice que vuelve. A lo cual ya os imagináis mi reacción... Y la respuesta de la subencargada de zona para cubrir su fallo fue pedirle a mi compañera que volviera a ir al medico de urgencias y fingiera la baja hasta final de contrato. Y ella, por mi, lo hizo.

Pero no contenta con esto, llega el momento de finalización de contrato, un sábado  y ese mismo dia por la noche, se presenta allí la subencargada. Me llama al almacén cuando ya he recogido, limpiado y colocado la tienda, y me dice que debido a que las ventas han bajado, la crisis, y bla bla bla, la empresa ha decidido recortar personal, y que no me renuevan ni piensan contratar a nadie mas. Salí del almacén con ganas de partirle la cara, porque sabes que lo que te están diciendo es mentira. Simplemente, no me llevaba del todo bien con una de sus amiguitas en la tienda, y ya está.

Lo mejor de todo, es que mi marido había venido a buscarme a la salida con mi hijo, y cuando vio mi cara y le expliqué que había pasado, evidentemente fue a pedirle explicaciones. A lo que ella contestó: Pregúntale a tu mujer que es lo que ha hecho, como si la culpa fuera mía. Mas indignación.

Empiezo a mover mis hilos, consigo el numero de teléfono de la persona que está por encima de ellas, y llamo. Muy buenas palabras, nadie sabía nada. Y queda conmigo en que intentaran solucionar el tema. Después de varias llamadas, nada.

Voy a la seguridad social, y resulta que hay fraude por no haber notificado que me contrataban, y porque tenia que hacer unas semanas obligatorias de baja por recuperación que no habían respetado. Así que me dicen que los van a multar a ellos y a mi, si no se devuelve una parte de la prestación. Y esto ya es lo que termina de decidirme.

Me pongo en contacto con el departamento de RRHH de la empresa en Sevilla. La verdad es que el trato fue bueno, pero no mas que buenas palabras para evitar una denuncia y un escándalo. Ellos me dan la solución: te pagamos todo lo que hayas perdido de maternidad, y la multa de la seguridad social. Además, como has demostrado (porque no pedí dinero) que lo que quieres es trabajar, y hasta ahora no habíamos tenido problemas contigo como trabajadora, en cuanto termines la baja por maternidad, te daremos el puesto de trabajo que quede libre. Y aunque no me devolvían exactamente mi puesto, acepté. Pensé que si ellos mismo me estaban proponiendo una solución es que simplemente había sido una decisión de alguien que se creía Dios.

Pocos días después empiezan a llegarme noticias a través de compañeras de otras tiendas: a la "señorita" Estefanía Gil la degradan y vuelve a tienda. Llamo a RRHH para ver que pasa, y me dicen que la mantienen trabajando en la empresa porque es ella quien debe pagar toda su estafa, y que después la despedirán.

Y hasta el día de hoy, eso ha sido lo que la empresa ha dado, solo palabras. Mandaron a casa a una madre de familia, trabajadora (no es que yo lo diga, es que me fui de la empresa con los objetivos cumplidos, y con un 100% de satisfacción en el cliente misterioso), y prefirieron quedarse con una estafadora. No cogen el teléfono cuando se les llama, y al intentar dejar mensajes por facebook o twitter, bloquean a cualquier usuario.

A día de hoy, las paso canutas para poder darle de comer a mi hijo y mantener mi casa. Cobro el subsidio por desempleo gracias a que en este país se valora mas el amiguismo que el trabajo. Y gracias a que existen empresas como Marypaz, que venden a sus clientes zapatos chinos y hacen que sus dependientas borren el "made in china" con disolvente, a parte de reparar en la tienda con pegamento o cosas varias los zapatos con desperfectos... 

Y por si eso ya no les diera suficiente beneficio, hacen trabajar a sus empleadas horas extras sin devolución ni pago, obligan a trabajar festivos, y si tu día de fiesta entre semana coincide con un festivo, no tienes derecho ha hacer otro día, pasas días enteros trabajando sin derecho a descanso ni a sentarte siquiera.

No seguiré diciendo más, porque no terminaría nunca. Me arrepiento de no haberlo denunciado, porque seguramente le habría ahorrado a alguna otra mujer mas que le pasara lo mismo. Escribo este articulo para que se conozca mi historia, y sobre todo, porque mas compañeras de otras partes de España (Avilés, Palma de Mallorca) han empezado a hacer acciones para reivindicar sus derechos como trabajadoras, y decir desde aquí que YO LES APOYO. 

Y a esas bloggers de moda, en concreto http://www.blog-dailylife.blogspot.com.es/, a la que tras conocer parte de la historia contestó "si nos gustan los diseños, ¡a comprar!" decirles que es importante que las empresas tengan conciencia social, porque aunque ellas ahora sean jovencitas bien miradas, mañana estarán en la misma situación que yo. Nadie está exento de que le pisoteen sus derechos.

¡BOICOT A MARYPAZ!

NOTA: pongo la foto de no a los despidos por baja medica, porque a una de mis compañeras se la despidió después de salirle un bulto en el pecho y coger la baja por operación.